La semana pasada, la candidata del PSOE a la alcaldía de Tomares pedía, en su blog, la dimisión del alcalde, José Luís Sanz, por una sentencia del TSJA contra el Ayuntamiento al respecto de la entrega de las nóminas de los empleados del mismo correspondiente a octubre de 2009.
Ya dije en mi anterior entrada que no conocía por qué esas nóminas eran motivo de sentencia judicial. Gracias a un lector de este blog, que tuvo a bien comentar el asunto, conocemos el motivo por el que el Ayuntamiento de Tomares se negó a entregar la totalidad del informe solicitado por el PSOE en su momento.
De hecho, el Ayuntamiento sí entregó la información solicitada. Precisamente, un extracto del informe de las nóminas de 2009, tal y como recomendó el Secretario Municipal (de probada y exigida independencia política) haciendo referencia a la Ley de protección de datos, argumentando que dicho informe contenía información que no debía ser publicada, no porque se negase el PP a ello, sino porque se podría incurrir en un delito.
A todo ello, y sabiendo que si se publicaba el informe original se incurriría en un delito tipificado en la LOPD, el PSOE de Tomares se querelló contra el Ayuntamiento por negación de datos y ausencia de transparencia, logrando que un juez declarase que sí era legal entregar el informe original, desvelándose así, datos de los trabajadores que sólo han de conocer ellos mismos y la empresa que les contrata.
Como bien dice nuestro lector, es ahora el juez el que asume la responsabilidad de la exposición de esos datos personales de los trabajadores del Ayuntamiento de Tomares, porque el mismo, ha acatado sin condiciones la sentencia y entregará dicho informe al PSOE.
Se deduce de todo ello, primero, que el PSOE, a sabiendas de que se podría cometer un delito, llevó al Ayuntamiento ante los jueces, por una información que ya habían recibido. Segundo, que la jactancia mostrada por la candidata del PSOE no deja lugar a dudas de cuál es el centro de su campaña, que no propone nada, sino que está hecha contra del PP. Y tercero, que la petición de dimisión del alcalde de Tomares, precisamente por no incurrir en un delito, es absurda a todas luces, irrisoria y carente de toda intención democrática. De nuevo, juzguen ustedes mismos.
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